La obsesión por la delgadez en la moda y la belleza a lo largo de los siglos
Introducción
La belleza y la moda son dos conceptos que han estado presentes desde la antigüedad, y han sido objeto de interés y estudio en numerosas disciplinas. A lo largo de los siglos, las tendencias en cuanto a belleza y moda han ido evolucionando, pero hay una obsesión que ha perdurado en el tiempo: la delgadez. En este artículo vamos a analizar la relación entre la delgadez y la belleza/moda a lo largo de la historia.
La delgadez en la antigüedad
Empecemos por la antigüedad. En las culturas griega y romana, la belleza estaba asociada a la armonía y proporción de las formas corporales, y la delgadez no era un signo de belleza en sí mismo. El ideal de belleza masculina se basaba en la musculatura (como se puede apreciar en las estatuas de atletas), mientras que el ideal de belleza femenina se centraba en la gracia y la sensualidad de las curvas. Por tanto, la delgadez no era un requisito para ser considerado bello o hermosa.
Los siglos XV-XVIII: la belleza barroca y rococó
Durante los siglos XV-XVIII, la belleza femenina se asociaba a la opulencia y a la abundancia. En el Renacimiento, los cuerpos femeninos se representaban con formas voluptuosas y carnosas; en el Barroco y el Rococó, las mujeres llevaban vestidos con amplias faldas que hacían hincapié en su corpulencia. En estos períodos, la delgadez no era valorada positivamente, sino que se consideraba un signo de enfermedad o debilidad.
El siglo XIX: la moda victoriana y el "culto al trapo humano"
Sin embargo, en el siglo XIX surgieron ciertas tendencias que empezaron a favorecer la delgadez. En la época victoriana, la moda femenina se caracterizaba por la exageración de las cinturas (el famoso corsé), lo que tenía el efecto de resaltar la diferencia entre la delgadez de la cintura y la amplitud de las faldas. Además, en esta época se popularizó la práctica del "culto al trapo humano", que consistía en llevar un estilo de vida ascético y austero, en el que la delgadez era un signo de autocontrol y disciplina.
El siglo XX: la aparición del "flapper" y la "chica Twiggy"
En el siglo XX se produjeron varios cambios significativos en cuanto a la relación entre la delgadez y la belleza/moda. En los años 20, surgió el estereotipo de la "flapper", una mujer joven y desinhibida que llevaba el cabello corto y vestía con ropa holgada, que le daba un aspecto juvenil y andrógino. En los años 60, la modelo británica Twiggy se convirtió en un icono de la moda gracias a su extremada delgadez (pesaba 42 kilos en una altura de 1,68 metros). Twiggy abrió la puerta a una nueva tendencia en la que la delgadez se convirtió en un ideal absoluto de belleza.
La delgadez en la moda y la belleza contemporánea
Desde los años 60, la delgadez se ha mantenido como un ideal de belleza y moda en Occidente. En las pasarelas de moda, las modelos suelen ser extremadamente delgadas, lo que ha sido objeto de múltiples críticas por parte de grupos feministas y de salud. Además, la industria de la belleza ha contribuido a popularizar ciertos estándares estéticos que favorecen la delgadez extrema, como el "thigh gap" o el "bikini bridge".
Las consecuencias de la obsesión por la delgadez
La obsesión por la delgadez en la moda y la belleza ha tenido múltiples consecuencias negativas. En primer lugar, ha generado un culto a la imagen corporal que puede desembocar en trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia. También ha contribuido a crear una cultura de la vergüenza y el odio hacia el propio cuerpo, especialmente entre las mujeres. Además, la obsesión por la delgadez ha provocado que se discrimine a las personas con sobrepeso o que no encajan en los estándares de belleza dominantes.
Alternativas al ideal de delgadez
No obstante, en los últimos años han surgido ciertas tendencias que cuestionan el ideal de delgadez en la moda y la belleza. Por ejemplo, la tendencia "body positive" aboga por aceptar todo tipo de cuerpos y por erradicar la cultura de la vergüenza corporal. También han surgido modelos que desafían los estándares de belleza dominantes, como la modelo Ashley Graham, que se ha convertido en un icono de la moda plus size.
Conclusiones
En conclusión, a lo largo de los siglos ha habido distintas concepciones de la belleza y la moda, pero la delgadez ha sido una obsesión constante en muchas épocas. En la contemporaneidad, la obsesión por la delgadez ha generado múltiples problemas de salud y de autoestima, pero también han surgido alternativas que cuestionan este ideal. En última instancia, lo importante es cultivar una imagen corporal saludable y aceptarse a uno mismo tal y como es.